Con una oferta de productos tan amplia, es difícil diferenciar los productos mediocres de los de calidad. La longaniza y el salchichón son productos similares pero no iguales. ¿La diferencia? la calidad de la materia prima.

Cómo diferenciar la longaniza y el salchichón en el súper

La longaniza és un embutido alargado y con un diámetro aproximado de entre 4 y 5 cm. Además, su superfície, a parte de estar recubierta del característico hongo blanco, no es nunca lisa y tiene irregularidades, surcos y deformaciones, producto de su larga curación y de su tratamiento artesanal.

El salchichón acostumbra a ser algo más grande (largo) que la longaniza y también más grueso, entre 5 y 7 cm de diámetro. Además, lo diferenciaréis porque su superfície no tiene irregularidades y tiene una forma más cilíndrica y homogénea.

El porqué de la diferencia

Hay dos variables que hacen que un producto tenga un coste más elevado: el tiempo de dedicación a la elaboración del mismo y la calidad de los ingredientes que se destinan a él. En el caso de longaniza y el salchichón, ambas variables entran en juego.

El salchichón tiene un diámetro más grande, hay más carne y requiere un proceso de curación más rápido para garantizar el sabor final del producto. Este sabor tiende a ser ligeramente ácido debido, justamente, a este proceso de secado rápido.

La longaniza, en cambio, requiere un proceso de secado mucho más lento, y gracias a él consigue un bouquet que siempre atrae a los paladares más exigentes.

Respecto a la materia prima, para la elaboración del salchichón se acostumbra a usar carne con una proporción de grasa bastante alta. La longaniza, en cambio, se realiza con carne de paleta y panceta de cerdo y con una proporción de grasa más reducida.